El capítulo de Millonarios que en el segundo pudo escribir está finalmente acabado. En esta ocasión no habrá alargues, malos manejos de redes sociales, arrepentimientos, ni otros intermediarios. Ya como lo dejaron enganchado el equipo y el jugador es pasado más allá de las decisiones aclaradas de si cumplió ó no,sobre si un jugador de su calibre expuso su prestigio.
En un equipo que no pudo definirlo con un título, como era el capítulo que quería protagonizar haciendo realidad el anhelo con la camiseta albiazul. Ahora la duda que se comprende es ¿Qué le deparará el futuro? Porque existen varias realidades, la primera incluye que para Millonarios retener a un jugador como Radamel Falcao García implicaba comprometer una muy buena parte de su presupuesto.
Puesto que más allá de la máquina de producir dinero que fue este año en materia de taquillas, y campañas publicitarias para diferentes marcas y venta de camisetas. En el escenario deportivo se quedó a la mitad y eso impactó la proyección financiera, que en este primer semestre casi contaba con el cupo a la Copa Libertadores que al final igual que el título se quedaron.
En las toldas de Independiente Santa Fe, y ahora se espera que se descomprima esa limitación para la inversión y las contrataciones necesarias para que al menos lleguen los jugadores que exige un equipo con la historia de la academia embajadora. Lo demás es que después de un par de meses de ausencia, tras una lesión, está finalmente en plenitud de condiciones y al tope para disculparse.
En un club en el momento adecuado, con toda la gente en vacaciones y las pretemporadas por arrancar. Lo que le garantiza una adaptación ideal en términos de tiempo, uniéndose a un nuevo proyecto como punto de forma más personal que tiene que ver con que Bogotá e incluso Colombia no son su sede natural. Y de hecho hasta que apareció la opción de jugar en Millonarios no era un plan definitivo.
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