Cuando sienten que las mejillas están llenas de sangre y el calor es inevitable, de la misma forma en la que las miradas de cada una de las personas que los rodea una circunstancia muy amarga. Donde la victima que está colorada tan solo guarda silencio mientras los demás se burlan de las desgracias, porque en medio de todo ha hecho reconocimientos para recibir un castigo tan severo.
Que no es más que el de la vergüenza de quien debe irse con una puñalada por la espalda, por culpa de sus propias actitudes y comentarios con el más reciente sacrificado que resultó siendo Miguel Ángel Russo que no tuvo un muy buen balance en general. Primero, con Iker Munain jugador español con el que estuvo en San Lorenzo, que lo habría tratado como traidor al enterarse de que Russo.
Como antesala al partido por la liga argentina ante Platense habría charlado con Boca Juniors, según lo cubrió la prensa por estar concentrado un poco más en buscar un nuevo horizonte laboral por encima de la consolidación de la idea de juego. De San Lorenzo, y después hubo razones que no faltaron para denunciar lo que desmintió el deseo cuando llegó a Boca asumiendo su primer desafío.
Como adiestrador en el Campeonato Mundial de Clubes, detectando en Conferencia de prensa lo que se ha sabido. Con el aplastante triunfo de Manchester City disuelto contra Auckland City, en donde Russo no se aguantó sabiendo que Boca tuvo un lugar en un grupo demasiado complicado compartida con los ciudadanos y Benfica de Portugal. Encendiendo que el adversario de los Bávaros. Es semifinalista de un país que no cuenta con una liga profesional
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