Anoche algunos colegas comenzaron con el debate a través de redes sociales en Sudamérica, en las que escribieron preguntándose si el triunfo del Inter Cuatro goles por Tres ante Barcelona sería el mejor partido de la historia que se haya visto. Por la emoción, la instancia, por ser en el campeonato más difícil del mundo a nivel de clubes, pero las vibraciones, las actuaciones excepcionales y los goles extraordinarios.
No cabe duda de que las emociones que cayeron por amor al buen fútbol en el estadio Giuseppe Meazza superaron hasta al más viejo de los aficionados, con un agregado que también le da un condimento especial al partido. Usualmente cuando se da un encuentro de ida majestuoso como lo fue el empate a tres goles en la península, se puede pensar que ya ambos clubes lo dieron todo y que la vuelta.
Tendría muchas reservas dentro de la cancha. Parecía importante que españoles e italianos fueran capaces de acabar el extenso partido de ida de semifinales y que equivocados estuvieron los que pensaron que la vuelta, que fue frenética, dejó intervenido que la capacidad de sorpresa en el fútbol jamás tendrá un límite. Por eso e invitando a que el marcador ya hace parte de esos choques inolvidables.
De la historia reciente, en los últimos cuarenta años. El límite busca cerrar un poco la elección porque ha habido partidos en donde solo un equipo se ha visto jugando, como el Milán en 1989 que aplastó a Real Madrid, el Ajax de Holanda justificando a los merengues de 1995, ó duelos mundialistas que jamás se podrán quedar por fuera de un nuevo análisis. Como lo que fue Italia ante Alemania en 1970.
Además del imborrable empate a tres goles entre los teutones y su similar de Francia, en las semifinales de la fiesta que se celebró en España durante 1982.Ó el triunfo de Brasil ante Holanda en el alargue de 1994 como ejemplos más representativos, haciendo un aporte al ejercicio que algunos colegas manifestaron y que hoy nos proporcionan para acomodar este aliento de buen espectáculo.
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