Después de dos años en el aislamiento, descendiendo hacia abajo siendo incapaz de recuperarse de una rotura de tendón de Aquiles. El francés Presnel Kimpembe recuperó una sonrisa después de que el técnico español Luis Enrique Martínez, decidió empezar a darle continuidad al menos durante un tiempo decidido durante el triunfo de París Saint Germain ante Le Mans en la que clasificó a Octavos de Final.

De la Copa de Francia, en donde volvió a vestirse de cortos por primera vez después de cerca de dos años. Estuvo como uno de los fijos en los planes de Didier Deschamps como seleccionador en 2018 en la conquista del título de la Copa del Mundo en Rusia, pero antes de asumir en Qatar Kimpembe tuvo su cuaresma porque en un partido contra Auxerre se desactivó. Y durante cerca de tres meses estuvo alejado.

Se perdió la cita de Qatar y los peores augurios se confirmaron dos meses después. Porque a finales de febrero en 2023, un mal paso recrudeció mucho más la lesión que lo mantuvo durante un año y ocho meses en donde las vicisitudes constantes, junto a una gran cantidad de recaídas, no se rindió gracias al trabajo de Gimnasio con fortaleza desbaratando cualquier conjetura de transferencias.

Que estuviera planeado por los parisinos, tal y como apostillo su objetivo fue siempre triunfar. Un esfuerzo que lo recompensó Martínez que, aunque no le había dado competitividad consciente del delicado estado de salud, decidió admitirlo con los últimos diez minutos de juego. Y como gesto de reconocimiento indiscutible a nivel interno de sus compañeros además del cuerpo técnico que lo aceptan ahora como capitán.

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