Ousmane Dembelé atraviesa por uno de los mejores momentos de su carrera, que ha estado marcada por las diferentes lesiones, sucesos constantes y por ser un jugador completamente ajeno al rendimiento colectivo de París Saint Germain. Con una actuación imperiosa en el final de la primera etapa de Liga de Campeones ante Brest, rubricando con tripleta y logrando el segundo a nivel consecutivo de la campaña.
Convirtiéndose, además, en el máximo goleador de la liga francesa. Imponiendo una nueva marca con seis goles alzados en dos partidos registro que ni siquiera los mejores jugadores a nivel internacional que llegaron como refuerzos como el brasileño Neymar, el sueco Slatan Ibrahimovic, Kylian Mbappe, ó el uruguayo Edinson Cavani entre otros alcanzaron. Reflejando la perfección con el excelente nivel.
En el campo físico, Mbappé hoy desde Real Madrid clausuró ante la prensa francesa que el mosquito no es sorprendente porque lo admira desde que tenía 14 años. Concluyendo que ha tenido un cambio mental que lo ha hecho estar más calmado en el momento de definir, como un gran jugador con el margen de avances depende también de lo que el entrenador le exija en el momento de jugar.
Cree que lo está haciendo muy bien y que es el jugador de ataque más importante, con la forma en la que está ahora sin limitarse porque necesita continuar así. Después de lo que ocurrió el miércoles al consumar de nuevo tres goles ante Stuttgart de Alemania después de siete años en donde convirtió 14 goles, y hoy ya ha cumplido con 19 desde aquel invierno para subsanar el vacío dejado por Mbappé.
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