La caída ante Leicester durante una nueva actuación en la Liga Premier sonó con fuerza en los aficionados de Tottenham, que tiene a su entrenador en la cuerda floja y con un aviso que pide un cambio. Durante una ocasión en la que es insostenible porque la continuidad del griego Ange Postecglou como titular pende de un hilo, y la parroquia de los espolones lo pone a marchar como responsable de la crisis.
La tribuna abandonó durante el segundo tiempo, que quiere que Levy salga después de ver como Leicester cambió la historia y con el pitazo final. Los goles aclarados por los dirigidos por el holandés Ruud Van Nistelrooy en un tramo de cinco minutos, y que les permitieron llevarse el triunfo abrieron la caja de tormentas en Tottenham porque los aficionados ya no aguantan más.
Ya que antes y después del partido, en una de las tribunas los espectadores desplegaron una pancarta que señala directamente a Daniel Levy como presidente del equipo, que durante 24 años ha agotado con 16 adiestradores y tan solo un título ampliando la decepción con el greco australiano al que aportaron y que dejan como culpable a Levy ya que acumulan 13 caídas durante lo que va corrido de la campaña.
Ahora ocupan el puesto 15, con el fantasma del descenso en la espalda. Ya que desde hace siete choques no saborean un triunfo, acercándose a un anti récord que lo tienen desde hace 17 años con el partido de ayer después de 113 años. Después de diciembre desde los últimos diez compromisos de liga solo el Southampton como colero, empeora las cifras del conjunto londinense con tan solo cuatro puntos atendidos.
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