Como Parrandero y Mujeriego, Roma de Italia creció al empatar como visitante a un gol ante Feyenoord de Holanda declarando un paso importante en el partido de ida de la segunda fase de la Liga de Europa.
El representativo del pueblo holandés dejó desatado en el Estadio Feijenoord lo que fue el triunfo descubierto contra Sparta Rotterdam por el campeonato doméstico, mientras que la selección Rojiamarilla destapó lo que fue la aparatosa caída sufrida en el calcio frente a Inter. El primer tiempo fue de mucho equilibrio y estudio, pero dinámico por ambos lados, especialmente para los italianos con actores como el argentino Paulo Dybala y el argentino Romelu Lukaku.
Todo se desequilibró a los 45 minutos, gracias a Igor Paixao quien abrió el marcador con un bonito cabezazo lleno de añoranzas. Devastando un centro dictaminado por Quilindschy Hartman, indisponiendo al arquero serbio Mile Svilar.En el segundo acto Roma fue un poco más elaborador, pero sin generar mucho peligro en el área holandesa, aunque todo se calmó en uno de los últimos compases del choque.
A los 67, Lukaku decretó el empate final adorando más a los aficionados. Con un bonito cabezazo a la salida de un centro emparejado por Leonardo Spinazzola encarando al cancerbero alemán Timon Wellenreuther.
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