La selección de Portugal cayó como visitante Dos goles por Cero ante su similar de Irlanda en el marco de la quinta fecha de la Eliminatoria de la UEFA al campeonato mundial que se disputará en Canadá, Estados Unidos, y México. Pero por encima de la caída de los lusitanos, lo que llamó la atención fue la inesperada expulsión de la que fue objeto Cristiano Ronaldo por la forma en la que se marchó del campo de juego al desquitarse con los aficionados y la prensa no dudó en orientar sus críticas.
Por parte de los especialistas, que impugnaron que lo hecho como capitán por la agresividad cortada después de perder los estribos en un momento de frustración. Que puede suceder, aunque no debería, poque lo peor fue la reacción como farsante desde las lagrimas que derramó como si el adversario al que le pegó el codazo estuviera fingiendo hasta los gestos hechos con la cabeza como si no entendiera lo que estaba pasando incluyendo los aplausos del público.
Echándole la culpa de la decisión del árbitro fuera de los fanáticos, y continúa atrapando que con Cuarenta años en la Conferencia de Prensa que sirvió de antesala se dedicó a provocar a los oponentes incluyendo al técnico irlandés junto a los espectadores. Creando un ambiente que no pudo controlar, cometiendo un error y que lo mínimo que podría hacer es disculparse pero que a lo que realmente debería acudir con vergüenza porque el técnico irlandés Heimir Hallgrimsson lo ridiculizó.

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