Ya ni siquiera llorar es aceptable. Porque lo urgente es cambiar la página después de un amargo debut, y lo indispensable es encontrar recursos lo más pronto posible para acomodar de nuevo las cosas y estar alegres en el caso de la Selección Colombia Prejuvenil femenina que afronta el campeonato mundial de la categoría. Que se disputa en Marruecos, tendrá su segunda contienda esta tarde en el marco del Grupo E ante Costa de Marfil.
Uno de los adversarios más complicados y exigentes al que quieren dejar en el camino. Porque la aplastante caída negociada por España en el estreno, dejó un margen de error mínimo a causa de que al combinado patrio solo le conviene originar un triunfo y más si se presenta por una buena diferencia de goles a favor a como dé lugar para equilibrar las cargas. Ahora más con la goleada, pero mucho más con la falta de ideas y soluciones en la generación de juego ante España.
Y el técnico Carlos Paniagua debe resolver esas carencias, para empezar, fortaleciendo la zona defensiva. Porque a las africanas no se les puede dar espacios para que tengan ventajas, aunque nada está perdido porque solo sirve ganar.
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