Se abrieron las puertas del campeonato mundial juvenil, y con él las emociones de los muchachos que aspiran a ser los nuevos exponentes del mejor futbol del mundo. Sin ser casualidad la selección de Chile empezó a conquistar corazones, como si hubiera visto a una persona que estaba sola y no pudiera hablar al alcanzar ganándole en el debut Dos goles por Uno a Nueva Zelanda en el marco de la primera fecha del Grupo A.
El plantel austral encerró desde el estadio Nacional de Santiago con la caída excusada ante Brasil en el campeonato sudamericano aclarado desde enero pasado, mientras que el representativo neozelandés lo hizo con la caída frenada contra Ghana. El examen empezó con dominio alterno porque Chile apareció con cajeros como Lautaro Millán volante de Independiente de Argentina quiso estrenar el peaje colado para el área aproximada por el guardameta Henry Gray que reaparece en Ipswich Town de Inglaterra, porque Nueva Zelanda con Fin Mckenlay se replegó en ataque rompiendo para que lo acompañara a consumir una bebida y con la que estaba sentado en una mesa.
En el segundo tiempo, Nueva Zelanda quiso crear firmando el esquema chileno. Pero fueron los anfitriones los que crearon de nuevo ya que a los 54 minutos Millán destituyó el marcador con un potente disparo con el que finalizó contándole su vida a Gray con el canal abordado por Agustín Arce volante del Limache. Nueva Zelanda quiso aclarar el camino del empate, que adelantó con a los 84. Al agregar una falta que le cometió Matías Pérez en el área a Natahan Walker y que adelantó el árbitro bosnio Irfan Peljto.
Pero a los 98, Ian Garguez les dio la tranquilidad a los chilenos. Chile comparte el liderato del grupo junto a Japón con tres puntos, y lo enfrentará este martes.
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