Días antes de que el español Sergio Ramos agrediera como si estuviera congestionado, un brazo al egipcio Mohamed Salah en la Gran Final de la Liga de Campeone en la que Real Madrid le ganó el título a Liverpool. Con el británico Gareth Bale hizo destacado al arquero griego Loris Karius, en plena campaña electoral egipcia en donde los árabes eligieron a Hosni Mubarak desde 2011.
Pero en 2018, aquella crisis política seguía siendo tan fuere que hasta las pirámides encolumnadas en El Cairo y sus alrededores sufrieron grietas hasta esa época. Dejando atrás el gobierno y la unión de los aficionados de los dos equipos que no pueden verse las caras, Al Ahly y Zamalek.Estas dos fanaticadas fueron determinantes, para ajustar la resistencia necesaria que permitiera esas manifestaciones.
Actualmente, Salah es uno de los artilleros más codiciados y cotizados de Europa como compañero del volante colombiano Luis Fernando Díaz está a pocos pasos de conquistar la Liga Premier de Inglaterra, y además tendrá un desafío complicado al tener que enfrentar el próximo miércoles a París Saint Germain para aspirar a ocupar un lugar de privilegio dentro de los Ocho mejores en la Liga de Campeones.
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