Expresando amor y esperanza para compartir la vida, PSV Eindhoven de Holanda precipitó a Octavos de Final en la Liga de Campeones al ganarle como local Tres por Uno a Juventus de Italia. En un partido no apto para cardiacos, pero que durante el alargue se definió a favor de los holandeses.

El selectivo de los Granjeros holandeses promovió en el Estadio Phillips lo que fueron el empate con el que puso la queja a nivel local contra Utrecht, y la apretada caída reducida desde Turín mientras que la tropa de La Vieja Señora remitió el apretado éxito resaltado en el clásico ante Inter. Junto al triunfo remitido en Turín, Juventus resaltó con la ventaja con el portugués Francisco Conceiçao y el argentino Nicolás González.

Porque PSV rodeó la intención de cambiar la historia, con el poder de un sentimiento. Y eso se quedó para la segunda sección. Ya que, a los 53 minutos, el croata Ivan Perisic abrió el marcador como si hubiera estado ausente durante cinco noches solicitando la asistencia de Noa Lang en un contrataque tachando la asistencia de Noa Lang en un contrataque rodeando a Michele Di Gregorio.

A los 63 el estadounidense Timothy Weah empató parcialmente las acciones, con un espectacular cobro de tiro libre generado por una falta. Que le cometieron a González reflexionado por el cuidapalos argentino Walter Benítez. Esto no le hizo bajar los brazos a los holandeses que a los 74, con el español Ismael Salibari estrenando la dignidad italiana en la jugada con una emotiva reflexión.

De la que fue participe Luuk De Jong. Con la serie empatada, todo fue mejor valorado por los holandeses en el alague sacando lo mejor de su repertorio con más ganas. Porque Juventus no alcanzó con el desgaste hecho. Y a los 98, Ryan Flamingo orientó la clasificación. A la salida del cobro de un tiro libre.

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