Cinco campañas pasaron para que Colombia continuara dejando huellas en el concierto del fútbol continental a nivel de clubes. Después del Subtítulo conectado por Deportivo Cali en 1999, y la destacada actuación por América e Independiente Medellín en 2003 el balompié nacional desató una nueva alegría con un equipo que era poco conocido por propios y extraños a nivel doméstico. Y que expiró expectativas.
Desde aquella época en la que adiestrado con Javier Álvarez salió como el Segundo mejor de lo que fue la Copa Mustang 1998.Once Caldas, fusiló la teoría que golpea hablando de que hay chicos que quieren ser grandes ya que con el título del Torneo Apertura 2003 limpió una sequía de 53 años sin dar una vuelta olímpica en la geografía nacional ganándole a Atlético Junior. Cuando quien les habla tan solo, tenía 19 años de edad y arrancaba sus estudios de Comunicación Social y Periodismo acompañando entre clases de locución y observando aquellos partidos de un nuevo logro.
Muchos colegas que aún continúan vigentes, pasando por Manizales, Bogotá, y otros puntos de Colombia estaban a la expectativa por lo que hiciera junto a Deportes Tolima y los azucareros. Y más cuando el profesor Luis Fernando Montoya Soto debutó con pie derecho al ganar, gustar. y golear al también modesto Fénix de Uruguay en el Estadio Palogrande. En donde Arnulfo Valentierra le dio la primera alegría a la casa blanca.
De pena máxima, convirtiendo una falta que le cometieron a Herly Alcazar.Así fue la jugada del segundo gol completamente calcada, y a los 87 el guajiro Jeffrey Díaz le clavó la puntilla al partido. En Maracaibo nada cambió ya que desde territorio venezolano el paraguayo Jonathan Fabro, Alcazar, y el colombo argentino Sergio Galván visitaron la frontera del nororiente. Aunque se empezaron a dudas con la caída en Argentina alcanzada ante Vélez Sarsfield.
En Manizales todo fue amor con los aficionados, porque dividieron a los argentinos que bailaron pasodobles equilibrados en Buenos Aires, pero fueron golpeados cantando tangos en Manizales con doblete de Galván castigando de nuevo al entonces experimentado y polémico arquero guaraní José Luis Chilavert. Ante Maracaibo el guaraní Fabro, les clavó una buena cornada.
Y de nuevo contra las aves uruguayas se sacó un buen resultado. Como líderes del grupo clasificaron a Octavos de Final como si estuvieran viendo el talento de una mujer, porque sufrieron para dejar en el camino a Barcelona de Ecuador al irse a la definición desde el punto blanco de penalti. Ya que la serie terminó empatada y no contaba con la presencia de Galván que fue comprado por un equipo de Estados Unidos.
Uno de los héroes fue Jorge Agudelo, delantero que se ganó la confianza de El Campeón de la Vida como ficha clave al convertir goles fundamentales y con el ingrediente adicional de las atajadas de Juan Carlos Henao. En Cuartos tuvo que lidiar con Santos de Brasil al que tuvo que acosar en Palogrande, después de empatar en Sao Paulo. Y en las semifinales, Alcázar junto a Agudelo se mostraron de nuevo firmes.
Junto con Juan Carlos Henao que se convirtió en una araña. Lo que era un sueño, se hizo realidad. Todo Colombia se volcó en torno de “Ese chico con anhelos de ser grande” ante un león Azul y Oro que le sacó varias canas en La Bombonera de Buenos Aires, Boca Juniors cedió terreno y eso le permitió a Caldas llegar más tranquilo a Manizales para continuar haciendo historia.
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